Ni lobos ni ovejas: seamos personas

En estos días de ánimos exaltados me repito cada vez que publico aquella frase que me decía mi maestro en el colegio de Pinos: López, cuente hasta diez antes de levantar la mano. Me debato entre el discurso tranquilizador dirigido a los más exaltados que por más que les asista la razón nos conduce a un enfrentamiento en el que se llega al fracaso de la inteligencia a través del insulto directo y la muerte del diálogo, y el discurso que remueva a las ovejas de un rebaño que agrupadas confían en que el ataque de la manada de lobos pille a la que tiene al lado y no se mueve ni alza la voz. Me entristece haber tenido que bloquear a personas con las que tenía contacto a través de las redes sociales desde hace años por atacarme con insultos, sin argumentos ni intento de diálogo y culpo al Gobierno que se dedica a difundir un mensaje de buenos y malos. Que no os engañen, nosotros poco podemos hacer salvo estar encerrados. Es el Gobierno quien tiene la responsab...