El regreso del señor de la casa

Como sucedía cada amanecer, Carlos Herrera la despertó de sus sueños con una carga de caballería, mientras clamaba en voz alta para despertar a los camastrones que aún permanecen despiertos a las siete de la mañana. – “¡Arriba camastrones! ¡La hora del almuerzo os pillará en la cama!”-. Se levantó y fue a asearse antes de bajar a desayunar. Al llegar a la cocina, se encontró con Angelines, que ya esperaba junto a Oscar, que la cafetera terminara de hacer el primer café de la mañana. - ¡Buenos días! – Saludó la joven. - ¡Buenos días Virtudes! Has llegado justo a tiempo de ayudarme a preparar las tostadas. Hoy no tenemos prisa, la señora aún duerme y hoy le toca ir a nadar; de modo que se irá sin desayunar. Virtudes se dirigió directa al frigorífico y sacó un tomate; lo lavó bajo el grifo y lo dejó en un plato mientras sacaba un pequeño cazo, que tras llenar de agua puso a calentar en la hornilla. Una vez comenzó a hervir el agua, metió el tomate, que dejó medio minuto en su interior ant...