Una historia actual.

Marcos duerme bajo la atenta mirada de Juan, su padre, ajeno a todo aquello que hace se tambalee el mundo que lo rodea. Está tranquilo en la penumbra del dormitorio, con los brazos y piernas abiertos con el fin de tomar cada gota del frescor mañanero que se cuele por las rendijas de la persiana. Juan lo mira mientras se viste y no puede evitar que se le forme un nudo en la garganta ante las expectativas de futuro que se avecinan. Los pañales son muy caros; de la guardería prescindieron al mes de perder su empleo su esposa, se había convertido en un lujo; la ropa tiene que durar cada vez más, las camisetas que van quedando algo más cortas no son desechables; en su alimentación no escatiman ni un céntimo, todo es de primera calidad y así seguirá siendo mientras les sea posible. Junto a Marcos se encuentra su madre, Julia, que también duerme. Últimamente discuten con más frecuencia, la tensión se hace latente y provoca que estén irascibles. Ella perdió el trabajo a los siete meses de qued...