Age quod agis

De todos los recuerdos de los futuros que he soñado contigo, me quedo con el brillo de tus ojos justo antes de abrazarme aquella mañana de enero; con el aroma a azul intenso que desprendía tu cuello al volver a vernos tras tanto tiempo; con tus risas mientras te contaba alguna de mis batallitas; y con la lágrima que recorrió tu mejilla el día que dije adiós a mi cuerpo. Son tantos los futuros que he soñado para nosotros, que guardo recuerdos de un millón de vidas en las que tuve la dicha de estar contigo. José Luis López Recio Fotografía de José Luis López Recio Recuerdos de un millón de vidas que viví contigo (Pantano del Cubillas, Granada)

Destruye el espejo de la desilusión Llegarán vientos con olor a derrota. Las cigarras anuncian el paso del tiempo y te verás solo frente a un espejo sin sol ni luna que hará que te veas en el mismo sitio que siempre: no caigas en la trampa de esa ilusión, pues no es más que el reflejo de tus peores miedos. Has trabajado, te has esforzado y por mucho que te cueste verlo, has avanzado. Llegan vientos de derrota cuando se presiente el canto de la cigarra. Trabaja como la hormiga que en silencio se forja un porvenir. Destruye el espejo de la desilusión. José Luis López Recio Fotografía de José Luis López Recio Modelo Maica Rivera Casa del Chapíz Albaicín, Granada

Un suspiro a lo largo de tu vida Una piedra más de las que conforman un templo; una mota de polvo de la biblioteca de Alejandría; un copo de nieve en el Polo Norte; una luz que se apaga en un cielo estrellado; un paso cualquiera a lo largo del camino; Un suspiro a lo largo de tu vida: así soy yo, un viento que ni llegó a alborotar tu cabello aquella tarde de primavera. José Luis López Recio Fotografía de José Luis López Recio "Un suspiro a lo largo de tu vida" Carmen Max Moreau, Granada

Mi Único Ser Azul Eres un trocito de azul en el cielo en una tarde gris; el agua que huye del sereno cautiverio de un estanque y crea una cascada; la rosa que recibe la luz del sol al desperezarse; las burbujas de un refresco de cola; el primer helado de la temporada; un beso en el Himalaya; mi musa en un copo de nieve; insomnio de enamorado: ilusión, belleza, sueño... Y yo… el que dibujó una silueta en el horizonte para no decirte adiós. Eres mi musa en un copo de nieve: Mi Único Ser Azul. José Luis López Recio Fotografía de José Luis López Recio (Amapola) Mi Único Ser Azul

El agua corría clara por los ríos y acequias de mi infancia Se escucha el agua que cae entre las rocas de la montaña tras haber disfrutado de un instante de paz. El río valora los silencios; se para a escuchar el sonido de las hojas de los árboles mecidas por el viento y las pisadas de este aprendiz de demasiadas cosas que camina con botas de agua en busca de un lugar donde plantar el trípode e intentar hacer un retrato del Aguas Blancas, capaz de reflejar su carácter bravío y montaraz. Con los pies hundidos en el fango y un frescor muy agradable intento concentrarme en la fotografía que deseo tomar. A punto de resbalar y caer en un par de ocasiones, me agarro a los arbustos y a las ramas bajas de los árboles.  Mi proceso para hacer una fotografía pasa por encontrar algo que me transmita algún recuerdo o emoción que usaré en el texto con el que acompañaré a la misma. Será cosa de los años de este señor de mediana edad en el que me he convertido, que cada vez con más frecue...

Escribí una novela; hice grandes amigos y algunos enemigos; plante árboles que dan buena sombra bajo la que leer; viajé un poco más de lo que pudiera imaginar; por atrevido sufrí grandes fracasos; me partieron la cara y respondí con generosidad; y aprendí a amar hasta donde me fue permitido. Tuve una buena vida: me falta mucho por viajar, leer, escribir y amar, continúa mi camino. Fotografía de José Luis López Recio

Anoche, mientras conversaba con mi almohada, le dije que la muerte me ronda. Le conté que había compuesto un poema en el que la Muerte me susurraba secretos al oído mientras bailábamos un último tema camino a un destino incierto. Le reproché haberse llevado a gente que aún no había completado su paso por el mundo; ella no dijo nada. Le pregunté si había llegado mi momento; ella se quedó callada. Flotábamos sobre una elegante pista de baile y una mujer negra, gorda, que vestía una túnica negra que emitía destellos de luz brillante, rompía el silencio con un canto desgarrador. Una cucaracha cruzó por la barra del bar. Siempre hay una barra, pero en esta ocasión no había bebida. Yo lo intenté, pero no logré ver su mirada. Acerqué mis labios a su oreja derecha para preguntarle si los sueños que me visitan sin llamar a la puerta, en los que veo mi entierro una y otra vez, y en los que siempre faltan las que más amé, son premonitorios o son un aviso para que cambie algo en mi vid...

La tristeza es un mar de agua estancada que ahoga a quien la mira. José Luis López Recio  Fotografía de José Luis López Recio

Persiste el recuerdo de lo que deseamos enviar al olvido. Triste canción de amor que un tipo bajito toca sobre un tejado. Balada de saxofón que para mí fue sueño contigo y para ti realidad con él. En las tardes plomizas suena el eco amargo de mi desengaño. Tú persistes con dardos envenenados de olvido; y yo callo y miro a otro lado para que no veas mi dolor. José Luis López Recio Fotografía de José Luis López Recio

Querida luna de ojos tristes que como un sueño  se aleja de mí al llegar el alba,  sentado a los pies de mi cama te escribo esta triste canción: Eres agua de primavera para este corazón de enero; el sol que derrite la escarcha  en la noche fría de mi existencia; el lucero del alba que hace huir a la soledad. Querida luna de ojos tristes; compañera de mil historias vividas antes de cada amanecer, te escribo para decirte que te echaré de menos; que me quedaré desnudo esperanza y tendré que volver a abrazarme a la soledad. Fotografía de José Luis López Recio. (Palacio de los Córdova, Granada)

En el momento del adiós quiero recuerdos en blanco y negro de lo que vivimos a todo color.   Me haré el fuerte. Te diré un hasta luego vacío de emoción aunque por dentro me queme el dolor. Fotografía de José Luis López Recio

Navego en libertad  empujado por la las historias que imagino,  en busca de la obra perfecta  que nunca veré llegar.