El árbol de la ausencia



Fotografía de Ana Belén J. Pvarda



La urraca atraviesa el cielo
y el ruiseñor susurra un canto
de campanadas a muerto.

Cada día recorre el sendero
que recorrió aquella mañana
de nubes negras y truenos.

La urraca mira
y el ruiseñor calla.

Bajo el árbol de la ausencia,
ella deposita un lirio malva.

La urraca grazna y 
el ruiseñor se cambia de rama.

Un gelido viento envuelve su cabello
bajo la misma rama en la que el enamorado pendiera de una cuerda desgastada.

Ausencia, muerte, silencios.
La urraca atraviesa el cielo
ataviada de plumas de luto
y el ruiseñor susurra un canto
de campanadas a muerto.

La amada llora desconsolada.

Foto: Ana Belén J. Pivarda
Texto: José Luis López Recio

Comentarios

Entradas populares de este blog

Recuerdos de un millón de vidas que viví contigo

Age quod agis

Despedida sin adiós