La diferencia la marca el detalle
En cuanto a esa eterna búsqueda de la belleza que todo
soñador vive, ¿acaso no son los pequeños detalles los que hacen que te fijes en
unas cosas más que en otras? Una flor con un pétalo que se desprende; la hoja
de un árbol que en otoño cae mecida por la brisa; el brillo de las calles
cuando aparece la lluvia... Son ejemplos de lo que os digo.
Hace unos días visité el Cuarto Real de Santo Domingo, en el granadino barrio de El Realejo, cuya
visita recomiendo y además es gratuita. Tanto en los surtidores de agua que te
reciben, como en el pequeño jardín con bancos en los que meditar y admirar la
belleza, como en el interior del edificio, son los pequeños detalles los que lo
convierten en un lugar mágico y especial. Tanto es así que hace poco he sabido
que fue el lugar donde se escenificó la boda entre Carlos V e Isabel de
Portugal, en la serie "Carlos, Emperador".
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