Historias de la mili XX: piropos.
Al salir del despacho del subteniente, los miembros del comando botiquín nos dirigimos a cambiarnos de ropa y vestirnos de civiles para realizar el viaje. Estaba prohibido ir por la calle vestidos de militares, así que si nuestro grupo ya era algo peculiar, sin la uniformidad, era aun más llamativo ver a un grupo de personas tan diferentes caminando juntos por la calle. Mi atuendo era el normal de un estudiante de Derecho, pantalón chino, camisa y un jersey azul marino. Tíjola llevaba unos vaqueros ajustados y una camiseta aun más ajustada de colores estridentes, de abrigo usaba una chaqueta de piel de color negro. El gitanillo vestía unos vaqueros rotos y descoloridos, no por falta de dinero, sino por moda. Llevaba una camiseta con la cara de Camarón y una chaqueta vaquera. El gordo de Loja vestía parecido a mí, pero con un jersey de de rombos y con una especie de cervatillos o renos. Tomé me sorprendió, ya que llevaba una camiseta negra de Iron Maiden y unos vaqueros negros muy a